En el mundo siguen habiendo esclavos y libres, solo que las ataduras de hoy son diferentes, están en nuestra mente, uno de ellos o el que más pesa es el miedo, ese monstruo que nos asedia y con el que luchamos constantemente, ganando una veces y perdiendo otras. Atrevernos a ser diferentes al parecer es tarea de locos, y es porque nos cuesta salir de nuestra zona de comodidad, aunque eso implique traicionar aquello que en realidad queremos ser, es más fácil ser discípulo que ser un maestro. El llamado hoy por hoy es a luchar por ser diferentes, a cambiar aquello que nos aporta bienestar, eso implica un nivel de conciencia en el que las críticas y las quejas quedan lejos, es una invitación a ser el protagonista de nuestra historia, pero no del guion que alguien escribió sino del que tu mismo creaste. Somos los únicos responsables del camino que tomamos. Lo que queremos es una decisión que esta en nuestras manos, si la dejas en manos de otros no tienes derecho a quejarte porque dejaste que alguien decidiera por ti.